La historia de la Fundación Fruto Bendito nace de la experiencia personal de Camila Cooper, quien, tras enfrentar dificultades en su maternidad y un compromiso previo con la salud mental, decidió dedicar su vida a proteger a madres y bebés durante los primeros 1000 días de vida. Con el programa insignia Cunas con Amor, adaptado de la tradición finlandesa y diseñado de forma sostenible, la fundación ofrece educación en sueño seguro, lactancia, parto humanizado y crianza positiva. Bajo un modelo 1x1, familias que compran una cuna permiten que otra sea donada a una familia en situación de vulnerabilidad. A través de alianzas, telemedicina, prácticas universitarias y contenidos digitales, han fortalecido la salud materno infantil, la empleabilidad femenina y la conversación sobre salud mental, impactando a más de 50.000 familias.

En su evolución, la fundación creó Pitpát, una empresa social de alimentos que promueve la nutrición consciente conecta a productores rurales con consumidores y garantiza la sostenibilidad del modelo. Cada programa responde a un dolor social —desde la muerte súbita hasta el abandono del campo— con soluciones estratégicas que integran salud, educación, empleabilidad y sostenibilidad.