Región Orinoquia
TITANES
Diana se dedica a cuidar a más de 200 niños mientras sus madres trabajan entre 12 y 14 horas al día, además, no les cobra a estas mujeres porque mantiene su jardín infantil recogiendo material reciclaje que intercambia por comida.
Jenny creó un equipo de fútbol para niños donde además de enseñarles a jugar, también les instruye valores que van a seguir aplicando el resto de su vida
Diego Posso construyó un barco hospital en el que cada mes viaja durante 10 días con médicos voluntarios, para llevar salud de calidad a los lugares más apartados del pacífico colombiano.
Jeison Aristizábal transforma la vida de los niños con discapacidad del distrito de Aguablanca, en Cali. Pues a través de su fundación les brinda alimentación, estudio y rehabilitación de manera gratuita.
Alexander creció en el Valle, un corregimiento muy humilde del municipio chocoano de Bahía Solano y quiere llegar al corazón de los habitantes de calle con una taza de chocolate caliente y pan.
En el preescolar, El Dancing, Lucía Bonilla educa a otro ritmo. Todos los días desarma su cama para dar espacio a su escuela. Allí asisten niños y niñas de escasos recursos que han sido rechazados de otros colegios por sus problemas de aprendizaje.
En Cali, Carolina Jaramillo transforma las paredes, convierte a la ciudad en un gran museo a cielo abierto. Ella se la juega por la cultura en la ‘sucursal del cielo’ con Muli, la galería donde pintores plasman sus ideas.
En Ricaurte, Valle del Cauca, Sergio Villada logró llevar un grupo de profesionales que permitieron a esta población determinar quienes tenían el gen de X frágil, un síndrome que causa discapacidad intelectual. Desde entonces, dicen los beneficiados, no han nacido más niños con este síndrome en Ricaurte.
Como un emprendimiento social cataloga Lucas Bravo su iniciativa escolar “Educambio”, que consiste en crear herramientas educativas para niños y jovenes en Colombia. Este proyecto tiene tres frentes de acción: el bilinguismo, cuadernos de cambio que consiste en pedirle a las personas que donen sus cuadernos viejos para retirarles las hojas que no fueron usadas y con ellas crear nuevas libretas que permitan a niños de escasos recursos tomar sus apuntes académicos. El tercer frente de acción es recibir donaciones de libros y con ellos crear bibliotecas para los estudiantes.
Con esta iniciativa, Lucas transforma la vida de decenas de alumnos y sus familias, que creen que la educación es el mejor camino de progreso.
Juan Manuel es el único varón de cuatro hermanos y al nacer hace 29 años sufrió una hipoxia perinatal o falta de suministro de oxígeno al cerebro que le generó una insuficiencia motora de origen cerebral.
Eso no fue impedimento para convertirse en médico y hacer una maestría en epidemiología y ejercer actualmente su profesión de lunes a viernes recibiendo en su consultorio niños con todo tipo de discapacidad a quienes incluso les ayuda a redactar tutelas para que se respeten sus derechos.
Para los habitantes del corregimiento de Juanchaco en el pacífico, el doctor Luis Fernando es en realidad un ángel que desde hace 10 años por la época de diciembre, se aparece con 800 regalos y más de 30 médicos y especialistas que durante dos días atienden y entregan medicinas gratuitas a más de dos mil personas.
Esa es una de las brigadas que organiza mensualmente la fundación “Ángeles por Colombia” y de la que hacen parte un centenar de médicos generales, internistas, ginecólogos, pediatras, odontólogos y hasta sicólogos que se turnan para visitar los lugares más abandonados del país y donar su tiempo y su conocimiento.